
Los templarios fueron grandes maestros en el arte de la criptografía, un alfabeto secreto que se supone que utilizaban en sus transacciones mercantiles y documentos secretos. Las letras de este alfabeto particular estaban representadas con arreglo a ángulos y puntos determinados por la cruz y podían ser leidos mediante un medallón que portaban algunos caballeros.

Hay una teoría por la cual el Gran Maestre de la Orden estaba "doblado" por un gran maestre oculto, un secreto gran maestre de la Orden, que no habría sido elegido sino designado testamentariamente por el gran maestre oculto precedente; este gran maestre sería el gran iniciado y el director real del Temple.
Identidad entre los signos lapidarios de diferentes edficios templarios. Arriba, Eunate (España) y Tomar (Portugal). Abajo, signos de la llamada torre de ajedrez o gorro del bufón, existentes en construcciones templarias españolas de La Oliva, Berbegal, Tarragona y Montblanc (Tarragona). Rafael Alarcón Herrera, A la sombra de los templarios. (caminosantiagoencadiz.org)El Sargento de Bagà.
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