que en origen fue una fortaleza cristiana de la Marca del siglo XI: una torre cilíndrica, de poco
diámetro y considerable altura con funciones de vigía y señales, adosada a un recinto amurallado
amplio que debió albergar algún tipo de habitación. Esta fortaleza se conserva en parte
y es una construcción muy sólida, de aparejo pequeño, dispuesto en hiladas y ligado con mortero.
Los templarios junto a este antiguo conjunto levantaron los edificios propios de un castillo-convento:
sala de caballeros, refectorio, capilla con galería lateral y caballerizas, tal vez ordenados alrededor
de un patio interior (ésta era la disposición que tenían en el siglo XIV, cuando la fortaleza pertenecía
las encomiendas de las tierras alejadas de la frontera, que de igual modo habían sido anteriormente
castillos cristianos, como Granyena, Vallfogona, Puig-reig...(Joan Fuguet Sans)
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